jueves, 29 de marzo de 2012

Leyenda de la Rosa azul


Cuenta la leyenda, que un rico comerciante alentado por una fiel sirvienta, de los amores de Elisa su única hija, hacia Roberto el hijo del panadero del pueblo,envio a la muchacha a la casa de unos parientes. Alertando a los mismos de que cualquier nota o carta que intentase enviar que no fuese dirigida a el , fuese destruida sin que ella lo supiese.
La Muchacha partio una tormentosa noche, despues de haberse jurado horas antes amor eterno con Roberto, y prometiendo escribirse diariamente, puesto que desconocia el tiempo que habria de pasar en casa de sus pariente
Una semana mas tarde de la partida de Elisa, el padre empezo a divulgar rumores sobre una relación de su hija con el hijo de unos viejos amigos de la familia. Destrozado el pobre Roberto y con la imposibilidad de poder descubrir la verdad, partio del pais en busca de fortuna y con la esperanza de olvidar a la unica mujer que habia amado.
Mientras tanto la enamorada Elisa seguia escribiendo diariamente a su dulce amor, desconociendo que sus cartas eran destruidas a las pocas horas. Extrañada de no recibir correo de Roberto, envio una carta a su padre, pidiendole que la dejase regresar a casa.nos meses mas tarde, Elisa feliz y enamorada volvia a su hogar. Espero durante unos dias a que Roberto hiciese aparicion por los jardines de la villa, pero su amor no venia. Extrañada por la ausencia de Roberto, Elisa pregunto inocentemente a su padre por las buenas nuevas del pueblo. El padre comenzo detallando las buenas ventas de sus productos, los viajes que habia realizado en su ausencia, y los muchos de regalos que la esperaban en la bodega. Luego le realto los acontecimientos principales que habian acontecido en el pueblo, la boda del hijo del alcalde, la muerte del zapatero, la llegada la mundo del hijo del tabernero, y por ultimo que el joven Roberto habia marchado del pueblo en busca de fortuna, y que por lo que comentaban los lugareños, habia conocido a una muchacha, y se habia casado cuando Elisa escucho que su amado Roberto se habia casado creyo morir, la pena se instalo en su mirada y ocultando las lagrimas a los ojos de su padre, marcho a la alcoba, donde dio rienda suelta a su dolor.
Pasaron los dias, y Elisa empeoraba, se negaba a comer, e incluso a pasear por el jardin, encerrada en la alcoba dia tras dia, sin mas contacto con el mundo que las visitas de su padre para preocuparse cada dia un poco mas por el estado de su hija. viendo que el dolor la estaba matando, decidio ir en busca del joven y consentir los amorios de ambos, pero la vida a veces da giros insospechados, y cuando hallo al joven Roberto, en verdad se hallaba casado y muy bien situado económicamente. Roto de dolor por haberle causado tal afliccion a su dulce hija volvio al hogar, con muchos regalos para la joven, pensando que estos alegrarian el corazon de la misma. Pero ni los regalos, ni las joyas o vestidos, hicieron que Elisa volviera a sonreír.

Significado 
Las rosas azules son excelentes para agradecer a una persona que haya creído en ti. También ayuda a dar las gracias por un buen consejo o por cualquier otra buena situación en la que te hayan ayudado. Regalando a esta  flor a alguien en exámenes, le estaremos trasmitiendo buena energía y mucha  suerte.

Leyenda de la Rosa

 

Fue denominada desde entonces, y cada una de las de su género,"rosa de pasión".

Sara, judía toledana, se cuenta que era hermosísima. Sus dieciséis años, su extraordinaria belleza y ser huérfana de madre, hacían que su padre extremase su cuidado y vigilancia.

Daniel se llamaba el padre. Era artesano engastador de piedras preciosas, arreglador de guarniciones rotas, componedor de cadenas y, en ocasiones, reparador de fayebas, aldabones y un sinfín de útiles, que a fuerza de oficio gozaba del gran favor de vecinos y traficantes, conocedores de su gran habilidad. Influyente en la sociedad local hebrea, a la que pertenecía, entre ellos era muy considerado y respetado; no así por los moradores cristianos de su entorno, que le calificaban de avaro y siniestro, no obstante saberle rico y observarle ceremonioso y sumiso.

Versiones tradicionales llevan la época a períodos correspondientes al siglo XIII o XIV; la leyenda encuadra el domicilio de Daniel y Sara en la Judería Menor, de Toledo, barrio un tanto heterogéneo, pues a él se añadían la parroquia mozárabe de Santa Justa, sus feligreses y también francos y mudéjares. Taller de artesano y vivienda encima, se comunicaban por estrecha escalera de caracol; el titular realizaba sus labores en lóbrego bajo de la casa, avistado su interior por cuantas personas transitaban por la calle, a pesar de la trampilla separadora en horas de luz.

La muchacha padecía vida de reclusión casi continua. Sólo le eran a Sara permitidas excepcionales salidas por necesidades de compras, y ello sin alejarse mucho porque, entre otras razones, tenía a mano numerosos tabucos donde podía adquirir sus objetos deseados cuales cintas, puntillas, agujas, peines y variada especiería; otras veces, sus ausencias obedecían a cumplir determinados encargos del padre.

Con ocasión de estos menesteres, Sara conoció a un joven cristiano, apuesto, honrado y noble de intenciones. Ambos jóvenes llegaron a enamorarse apasionadamente, transcurridos ansiados y espaciados encuentros. El joven empezó a merodear la casa donde vivía la muchacha, la que dentro de su acostumbrado retiro y a través de mínimos huecos de discreta ventana, se daba cita con él para una próxima entrevista.

Judíos que aspiraban a concertar matrimonio con Sara, informaron al padre de la hebrea de las ocultas relaciones mantenida por ésta con el cristiano. De momento, el artesano se resistía a creerlo, pero insistentes murmuraciones que alcanzaron sus oídos y la comprobación que le daba ver a un indeseado frecuentador de su acera elevando la mirada a la ventana del hogar, le convenció de la certeza de cuanto le venían contando.

Fuertemente irritado, se dispuso a impedir tan oprobiosa pretensión de pertinaz deambulador. Transcurrían años en que se acusaba extrema intolerancia entre religiones irreconciliables. El hebreo reunió a sus correligionarios y se confabuló con ellos para proceder a la desaparición criminal del osado amador.

En noche de Viernes Santo, inusitado movimiento se produjo a través del río. Cruzando en barco, hubo trasiego de orilla a orilla de hombres velados sus rostros partiendo desde el arenal del Pasaje hasta los límites de las laderas que bajan desde la Peña del Rey Moro. Ascendiendo por ellas en zig-zag, los desconocidos giraron después hacia la izquierda hasta arribar a una explanada, bien identificada al llegar a su fin, por saber que en su pequeña llanura aún se conservaban muestras de un antiguo templo romano. Los noctámbulos caminadores no eran otros que los compañeros, y él mismo, del desasosegado e intransigente judío dispuesto a salvar su honor y el de su raza.

Por algunos indicios, tuvo Sara la sospecha de la trama urdida. Rápidamente corrió para conjurar la inicua intención, y angustiada siguió los pasos de los perversos vengadores. Tomó los servicios del mismo barquero que haría conducido las anteriores travesías, y de él obtuvo informaciones complementarias por palabras a su vez cogidas al vuelo de los primeros transportados. Subiendo el camino por la parte opuesta a la del embarque, encontró a tiempo a su pretendiente, quien, engañado con trabajos ardiles, marchaba al sitio de cita de ignorado martirio y muerte, de lo que se libró gracia a la valerosa disposición de la joven enamorada.

Está continuó al lugar preparado a fin de increpar a su padre por su indigna y reprobable conducta. El viejo Daniel -aspecto de viejo tenia desde bastante tiempo atrás- inesperadamente vio allí a la que de inmediato se le encargó agria y amenazadora. Él, fuera de sí, la respondió con no menor violencia. Más ella, manifiestamente abominó de su padre y de la fe de los reunidos, confesando, además, que había abrazado la de los cristianos.

Tras nuevas imprecaciones y exhortos para que la conversa se retractara de lo declarado, negado esto el progenitor la retiró el nombre de hija y la entregó a sus amigos para que en ella se consumara el sacrificio que inútilmente estaba preparado para el novio cristiano. Lleno de ira el judío Daniel, cogió y tiró de la cabellera de su hija Sara para ofrecerla en holocausto.

El irreductible artesano estaba altamente exaltado; demoníacos, se complació del desamparo de Sara, y pidió a los verdugos obedientes al Talmud que obrasen con ella lo que siglos antes los antepasados hicieron con Jesús nazareno. Fue crucificada cubierta cabeza con corona de espinas, y, para mayor crueldad, quemada agonizante sobre fogata encendida a sus pies.

Pasados los años, un pastor encontró en el punto del sacrificio una extraña flor, inscritos en sus pétalos los signos del llevado a cabo en Jesucristo. La flor, una rara rosa, fue presentada al Arzobispo regidor de la Archidiócesis, y éste mandó excavar el terreno donde se extrajo, a fin de descubrir el misterio de la planta aparecida. Ahondando, hallaron unos restos, estimados sin discusión pertenecientes a la yacente Sara.
Dieron traslado a los huesos de la hebrea conversa al hoy desaparecido santuario de San Pedro el Verde, sagrado recinto del nuevo enterramiento.

Significado


Las rosas rojas es amor y respeto. Ninguna flor ha sabido tocar tan profundamente tantos corazones. La rosa roja tiene encanto... ¡¡es una flor majestuosa!! Posee un costado sensual exquisito, que ninguna otra rosa posee. Evoca un sentimiento romántico...pensamientos de pasión... trasmite el significado del amor... una excitación romántica de amor... Añadiendo a las rosas rojas, rosas blancas en el mismo ramo, el mensaje es aún más claro: se hace una invitación a un amor carnal. Como hemos leído anteriormente, las rosas rojas son el símbolo del amor y de la pasión. Pero también se pueden enviar a un amigo para trasmitir respeto










Leyenda de las Margaritas



Conocida como 'la flor de la inocencia'.

Erase una vez una flor muy bella que crecía en el campo en primavera. Su nombre era margarita, y vivía en un campo verde enorme rodeada de otras margaritas. Era orgullosa y coqueta, presumiendo por doquier de sus pétalos blancos e inmaculados, más bonitos que los de sus compañeras.
Las mariposas y abejas que la sobrevolaban se quedaban extasiadas contemplándola, cantando de alegría. Ella se balanceaba, presumida ante tales zumbidos de admiración. Incluso dejaba que los insectos se posaran sobre ella con la condición de que no estropeasen sus hermosos pétalos.
Así vivía feliz la margarita hasta que, un día, una familia acudió al campo a comer, y los niños, asombrados ante la bella margarita, la cogieron para mostrársela a sus padres. Ella, en su inocencia, estaba orgullosa de haber sido la elegida. Pero, la madre les propuso un juego: deshojar la margarita jugando a alternar un 'te quiero' y 'no te quiero' en cada pétalo que arrancaban.
La margarita, horrorizada al ver que le estaban arrebatando sus bellos pétalos comenzó a llorar desconsoladamente hasta que murió de pena. Pero el último pétalo fue un 'te quiero' dicho por la madre a sus hijos, y pudo ver unas dulces sonrisas antes de morir.
Desde entonces, este juego de pétalos se ha hecho popular en todo el mundo.

Significado
Las margaritas simbolizan la unidad: un perfecto equilibrio entre sencillez y la belleza. Están relacionadas con la poesía y la literatura y se dice que activa la concentración y el intelecto.
Cuando son blancas, son un símbolo de amistad y sentimientos inocentes; si son amarillas en cambio están preguntándote "¿me amas?".

Leyenda del Tulipan



También llamado el símbolo del amor perfecto.

Había una vez un joven príncipe persa llamado Farhad que estaba profundamente enamorado de Shirin, una bella doncella de la corte. Un día, llegaron a sus oídos rumores de que su amada había sido asesinada, lo que no era más que un bulo. Entonces, destrozado por la pena, el príncipe montó su caballo favorito y galopó hacia un precipicio para acabar con una vida que para él ya no tenía sentido sin Shirin. De las gotas de sangre que brotaron de sus heridas y quedaron en el lugar nació una pequeña flor de color rojo, lo que hoy conocemos como tulipán. Desde entonces, el tulipán ha sido considerado como el símbolo del amor perfecto. 

Significado

El tulipán simboliza amor desesperado si es amarillo, si es de rojo es una sutil declaración de amor. En general, respeto y fidelidad.